martes, 6 de mayo de 2014

Empezando otra vez


Hola.

No son lindas las recaídas. Quiero decir, estaba bien la semana pasada, pero nuevamente la auto confianza (arma muy peligrosa en una persona con cualquier trastorno alimenticio: bulimia, anorexia, comer demasiado-gula-sobre peso-obesidad) le dieron en la torre a todo.

Iba súper bien el jueves con mis recién ganados 69.600 (el domingo anterior pesaba 71.300) PERO llego la comedora compulsiva QUE SE NIEGA A IRSE y me dejé ir. No comí, ME SUPER ATASQUÉ y el resultado se vio al día siguiente, y al siguiente y al siguiente. Por un momento pensé que estaba algo “constipada” (estreñida, pues) y me laxé el fin de semana, pero no bajé ni tantito. Lo atribuí a que a lo mejor no había bebido la suficiente agua desde entonces, a que igual pude haberme “constipado” por el cambio tan drástico en la dieta… o a que incluso, pude haberme hinchado por el calor y retención de líquidos.
Como que jamás se me ocurrió que tal vez fue porque ese día comí “normal”, que no respeté mi dieta y que la ansiedad de DEVORAR algo fue lo que me hizo fallar.

Llevo otra vez un diario donde anoto todo lo que me como y soy lo más honesta posible, incluso y a mi pesar, anoto lo que no debería comer y que me como cuando me entra la ansiedad (mis fallas, mis pecados) y otra vez estoy buscando apoyo en Facebook, en páginas Proana y Promia, escribo incipientes entradas en mi blog, me estoy redescubriendo y aceptando al fin, como una GORDA. Sospechaba que lo era, que lo estaba, la ropa me daba cuenta de ello, los malestares, los hormigueos, el cansancio, la sofocación, el saco, la pena, la vergüenza, pero no me reconocía como hija gorda (de hecho, estoy leyendo un libro buenísimo y dolorosísimo que así se llama, “Hijos Gordos”) e incluso, creo que esta va a ser de las pocas veces que vuelva a auto flagelarme como una gorda pues en la mañana de hoy le mostré una imagen “graciosa”, más bien súper sarcástica a mi terapeuta y me dijo después: “¿Por qué te flagelas de esta manera a ti misma?”  No tuve otra respuesta más que el hecho de decir que quería aminorar esa carga, ese dolor. Dicen los alcohólicos que si quiero que la enfermedad me respete a mí, yo tengo que empezar a respetar a la enfermedad y eso es cierto. Se lo dije a mi terapeuta y ella asintió.

Veo mi colección de dietas (normales, vegetarianas y veganas), mis listas de propósitos escritos en papel hace muchos años y hace algunos meses apenas, mis imágenes de thinspo, ex de fitspo (porque realmente no quiero ser una tipa pasada de buena, quiero lucir delgada, flaca), mi  bibliografía de Ana, sabiduría de las Anas robada de aquí  de allá y digo, ¿qué pasa? Hay una parte en el libro que estoy leyendo donde cuenta el caso de una mujer bellísima con 25 kgs. de sobrepeso. Le pregunta la autora (que es terapeuta) que qué haría ella tras perder todo ese peso y obviamente, ella hablo maravillas, que su vida sería distinta, lo que soñamos todas las gordas que tenemos la esperanza de bajar y bajar. La pregunta que le hizo la psicóloga iba más allá y la cito textualmente: “¿Cómo cambiaría tu vida si perdieras todos esos kilos? ¿Qué harías que no haces ahora? ¿Qué situaciones se modificarían?”.  La autora menciona que lógicamente, ese es el background o trasfondo de lo que no le permitía a esta mujer bajar de peso, que había algo inconscientemente a lo que se aferraba, algo que no quería soltar y después salió el asunto. La mujer no se permitía verse linda por una situación arraigada con su matrimonio, en el cual hubo muchos problemas y no se creía digna de ser deseada, de ser amada, de gustarle a alguien, de enamorarse.

Sobra decir que, aunque estoy soltera por convicción y a veces creo que por maldición, yo me identifiqué con eso y con mucho de lo que he estado leyendo. Lloré mucho anoche, bebí sola otra vez como hace mucho (admito mi alcoholismo y el hecho de que por ahora, NO quiero ponerle remedio) y tenía ganas de pasar la noche en vela, llorando, pensando, culpando a mamá que no me puso límites, a papá que me dejo hacer lo que yo quise con la comida, las justificaciones, el hecho inconsciente de que a mi madre le da vergüenza que su hija la mayor, la de ojos verdes, la más "buenota" sea gorda, pero no, el sueño es algo sagrado para mí y REALM ENTE me molesta que nadie me deje dormir a mis horas, las que estas sean y que tenga que desvelarme. Quizá fue eso o el hecho a no seguir ahondando en la herida recién abierta, a no seguir rascando la costra que amenaza con sangrar.

Sólo quiero ser delgada, sólo quiero ser bonita, sentirme bonita.

Yo sólo quiero ser popular, whatever this shit means. I only wanna feel pretty, I just wanna look healthy, skinny, sexy.


I just wanna be a skinny bitch.

Al menos hoy pesé 70.600, creo que otra vez vamos para abajo. Si bien dicen que no debe uno pesarse diario, YO SI NECESITO HACERLO, es una medida de controlar los hechos y prepararme a hacer las cosas bien, lo mejor que pueda.

I just wanna keep it real.




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